En la novela de María Teresa Andruetto hay un mandante y una solicitud: la recopilación de acontecimientos que giran en torno a la figura de Eva Mondino Freiberg, una víctima del terrorismo de Estado durante la última dictadura argentina. Con las ventajas que ofrece la crónica a la hora de edificar un informe —aglomeración de percepciones diversas; solapamiento de sucesos en la historia dentro de una estructura no lineal; aceleración deliberada de la velocidad narrativa—, el informante trata de saciar este mandato: aglomerando inferencias, entrevistando a personas vinculadas a la víctima, “desgrabando cassettes”, fotocopiando cartas, revisando fotografías. La consigna es “cartografiar” la historia de una vida marcada por la ambigüedad de los episodios padecidos.
La mujer en cuestión es una obra que esboza un tríptico: uno que conjuga en sus aristas el desamparo, el olvido y la pérdida, significantes que enmarcan a una generación de vidas desperdiciadas sometidas no sólo a la represión del aparato estatal, sino también a prácticas de borradura de la sociedad en su conjunto. La sentencia de Plauto “El hombre es el lobo del hombre” encuentra correspondencia frente a esta situación. Conforme avanza la crónica, resulta cada vez más evidente la imposibilidad que supone restituir a alguien aquello que nunca tuvo; esto es, su libertad. Se trabaja también sobre el supuesto de que cada vez que se intenta analizar sucesos acontecidos en el pasado, lo que se está evocando en realidad es nuestro presente concreto. Las vejaciones a las cuales se vio sometida Eva: abusos sexuales, violencia física, la sustracción de un hijo y el robo de su identidad en el centro clandestino conocido como La Ribera, en la provincia de Córdoba, son las mismas que hoy sufren la mayoría de las mujeres de América Latina y que —a pesar de movilizaciones llevadas a cabo por colectivos como Ni Una Menos— continúan permaneciendo impunes.
Aunque a veces recorre lugares y temas comunes —un poco gastados— asociados a las prácticas de la dictadura, la breve novela de Andruetto puede servir como vía de entrada a otras obras de la literatura argentina que abordaron la temática utilizando registros simbólicos (pos)modernos, como el travestismo en Los topos (2008) de Félix Bruzzone, el desmontaje semiológico a través de la fetichización de la historia en la trilogía sobre los años setenta de Alan Pauls, o quizás la lectura del diario personal de una desaparición en El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia (2011) de Patricio Pron. En todo caso, el libro aquí reseñado es una referencia, un documento histórico difícil de olvidar.
María Teresa Andruetto, La mujer en cuestión, Random House, 2017, 144 págs.
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