Nº 10, verano 2006-2007
Nº 10, verano 2006-2007
Revancha
ALAN PAULS
Notas de un profano en pintura
MIGUEL DALMARONI
La muerte en escena
MARTÍN SCHIFINO
Cantera de la memoria
JUAN VILLORO
La dislocación o el cine infinito
SERGIO WOLF
El doble intervalo
DAMIÁN TABAROVSKY
milpalabras
MARÍA MORENO
Altas olas de cólera
GRACIELA SPERANZA
En partes
CHARLES BERNSTEIN
Lectura en curso de una obra en curso
DANIEL GARCÍA HELDER
Para repensar el espectáculo
CLAIRE BISHOP
El progreso de la reacción
DIEGO FISCHERMAN
Alumbramiento
MARCELO COHEN
máquinablanda
Usuarios terminales de sí mismos / DANIEL MUNDO
Lucrecia Martel. El cine, un pensamiento sin cabeza
SANTIAGO PALAVECINO
Es la conversación, no la comunión, no las comunidades, lo que da fulgor a este mundo; lo ilumina sin consumirlo.
Charles Bernstein
Diez números y ningún editorial. ¿Era hora? OTRA PARTE no representa una tendencia estética excluyente, no es un programa de grupo, pero tampoco es una dosis periódica de artículos culturales surtidos. Sólo puede concebirse como un agregado de disidencias, un lugar de intercambio y pensamiento incondicionado en el que, dicho sea de paso, coinciden a veces sujetos que en otro ámbito ni se saludarían. OTRA PARTE procura no reaccionar. Rehúsa la mecánica de las oposiciones apremiantes, las demandas de posición, los valores agonísticos, los cuadros de honor que engalanan el show cultural. Todo ardor lo encuentra en la resistencia activa a las elecciones forzosas, las intimaciones y el rondó de los dogmas. Querría que su posición política emanara naturalmente de la atención a los lenguajes rebeldes.
Con esta actitud, ¿cómo editorializar? OTRA PARTE ha salvado este dilema haciendo números temáticos y abordándolos de modo deliberadamente oblicuo y amplio. En este número, el décimo, se procedió al revés. Cada uno de nosotros ha elegido, por puro gusto, una materia que en estos tres años le había quedado en el tintero. A la pregunta de qué preconiza OTRA PARTE, este mosaico da una respuesta posible y transitoria. El plan es dar sucesivas respuestas cada diez números. Como afirmación ya nos parece harto audaz. Del no tan caprichoso conjunto de Puro gusto se desprenden: la preferencia por un arte movido por la inquietud; intransigencia con el condicionamiento cultural; inclinación por las poéticas que, incómodas con los relatos que hacen este mundo, buscan en sí mismas la siempre fugitiva idea de otro mundo; la apertura a un arco que va de la primacía del concepto a la confianza en el poder de las formas para incidir en la vida. OTRA PARTE, es evidente, celebra la extensión de los campos artísticos, las confluencias y confusiones generadoras de nuevas artes. Y cree que en las artes atisban direcciones de la vida todavía inaccesibles para otros lenguajes. Bastante, aunque general. Iremos hilando más fino.
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