La vieja y la nueva política

La vieja y la nueva política. Libertad, poder y discurso es la reescritura de un texto que, aparecido hace veinte años, llevaba por título lo que hoy aparece en segunda instancia. A poco de comenzar, De Zan aclara que esa reescritura fue necesaria porque ya no se sentía del todo de acuerdo con lo que había escrito a principios de los noventa. Sin embargo, no se trata de una autocrítica, sino de una profundización de la tesis original, ahora reinscrita bajo una lógica de la oposición entre lo viejo y lo nuevo en la teoría y la práctica políticas. Esta lógica permea el texto, separado formalmente en dos partes que abordan las transformaciones de las nociones de libertad y poder, pensadas como intrínsecamente ligadas y constitutivas de lo político. En el libro original, las dos estaban relacionadas con una tercera parte, sobre discurso, que aquí se diluye sin desaparecer. Se emulaba así, y a la vez se criticaba, la tríada moderna de Libertad, Poder y Religión, las tres secciones en que está estructurado el De cive, de Thomas Hobbes, texto que el inglés pensó como fundante de la ciencia de lo político. Esta ciencia imitaría a la geometría euclidiana y pretendería, con esto, traer también a su campo la paz que supuestamente reinaba en las ciencias duras.

El espejo con Hobbes no es una comparación presuntuosa: es en esa especularidad donde el texto de De Zan quiere plantearse como un libro que afirma la tesis del “retorno de lo político”, entendiendo por esto ya no el gesto con el que ciertos pensadores al filo de la crisis de la experiencia soviética pensaron el vacío de lo político en el marxismo, sino el quiebre con los conceptos y los modos de la teoría política moderna, de la cual Hobbes es aquí (y con justicia) el mejor inspirador. El retorno de lo político es entonces seguido a través de Hannah Arendt, a quien se recupera no sólo en su concepto de política, sino también en su tesis de que lo político, en su sentido “puro”, habría sido “oscurecido” y “olvidado” luego de la experiencia originaria de la Grecia clásica y el imperio posterior de la instrumentalidad. Para De Zan, es la nueva estructuración de la sociedad civil contemporánea en términos de pluralismo, de diversidad de asociaciones públicas no estatales y de democracia deliberativa lo que exige repensar los términos de la teoría política moderna, no sólo en su división público/privado, sino en su centralidad estatal. Son sobre todo las así llamadas “organizaciones de la sociedad civil” aquellas en las que este libro deposita una esperanza de retorno de lo político como igualdad y libertad, pensadas como paradigma de la posibilidad de una experiencia de poder de los iguales por fuera del Estado y del mercado, pero sin desconocerlos.

El libro recorre con exhaustividad las discusiones de la teoría política contemporánea, en su especularidad crítica con la moderna. Se encontrarán en sus páginas, repetidamente, los nombres de Carl Schmitt, Michel Foucault, Giorgio Agamben y Jürgen Habermas, entre muchos otros. A pesar de cualquier discrepancia que pudiera tenerse respecto a las potencialidades de libertad e igualdad que podría engendrar un espacio social como el argentino, crecientemente complejo y atravesado por poderes de diverso tipo, o incluso respecto de que sea en ese mismo espacio donde pudiera reponerse el sentido así llamado “puro” y “originario” de lo político, este es un libro para quienes saben que pensar con los clásicos es una aventura que suele enriquecer la comprensión del tiempo presente.

Julio De Zan, La vieja y la nueva política. Libertad, poder y discurso, Jorge Baudino Ediciones – UNSaM edita, 2013, 320 págs.