La filosofía frente al comunismo

La ventaja de construir un sistema filosófico es que, en cada obra, de una manera u otra, se repite siempre lo mismo. El truco consiste, claro está, en poder encontrar la manera de articular esa repetición con el caso puntual: bien podría ser esta la aventura intelectual del Badiou post-Primavera Árabe de 2011. En este breve trabajo, fruto de una conferencia y dos entrevistas del marroquí con Peter Engelmann, seguimos un prolijo repaso por alguna de las “condiciones” de Badiou para su pensamiento filosófico, condiciones que bien podrían ser la clásica colección compuesta por las matemáticas, el arte, el amor y la política, pero también se refieren, en un sentido bien materialista histórico, a ese conjunto de hechos relativamente recientes que persiguen al proyecto de este filósofo. Sin embargo, vale la pena destacar que, en esto de volver siempre a la misma cantinela, cualquier lector más o menos avezado hará las veces de psicoanalista y les prestará mucha más atención a esas zonas en las que la repetición se exhibe en sí misma, debilitada.

¿A qué nos referimos con todo esto? Más allá del engañoso subtítulo (Sartre y su pensamiento son apenas mencionados), el problema que realmente se exhibe en estas páginas es la presentación de una idea de autor y de funcionamiento del arte como condición para la filosofía, para luego derivar en una compleja disquisición en torno a la defensa de “su” comunismo frente a las democracias liberales y a un acercamiento peligroso del concepto de “acontecimiento” político con el nazismo, cosa que señala muy bien Peter Engelmann con sus incisivas preguntas iniciales. Después, en algún punto indeterminado, Engelmann parece llegar a un acuerdo con Badiou, lo cual sorprende si se lee el libro como un pequeño drama: el de un maoísta del 68 hablando con un filósofo que vivió de primera mano los años de la Alemania soviética.

Con respecto a lo primero, Badiou exhibe una gran cercanía con la idea de artista genio romántico, una “subjetividad creativa” que pone en escena una “excepción inmanente”, la ruptura hacia el interior de un código determinado (el artístico o el matemático) a partir de un acontecimiento que tiene mucho del Ereignis heideggeriano. El “acontecimiento apropiador” es el fundamento de todo, el comienzo de la relación entre sujeto y verdad, la tematización de la “representación” como distanciamiento de ese vínculo, y todo esto siempre leído bajo la idea de que, cuando el acontecimiento se da, el sujeto “sabe”. La mejor crítica política que se le puede hacer a Badiou es gnoseológica: ¿cómo sabe el que sabe? La lectura de Badiou nos abre a un campo pedregoso más que a un “claro”. Y aquí viene el segundo punto polémico, directamente “marxista”: ¿qué pasa con la cercanía entre el comunismo militarizado estalinista y el nazismo? Los modos de salvaguarda y justificación que propone Badiou generan dudas hasta en el propio Engelmann, que parece hacer las veces de lector in fabula en sus dudas y planteos. Todo lo que propone Badiou tiene siempre ese dejo de existencialismo biempensante que a veces derrapa, tropieza y nos deja varados en el camino del pensar, sin ofrecer una propuesta seria, ninguna luz que seguir a la distancia.

Alain Badiou, La filosofía frente al comunismo. De Sartre a hoy, traducción de Román Setton, Siglo XXI, 2016, 104 págs.