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Animal Collective marcó un antes y un después para una generación de artistas. Dos meses habían transcurrido de su mítica presentación en La Trastienda Club cuando la banda sacó Merriweather Post Pavilion (2009), su octavo disco de estudio. Su sensibilidad pop melódica y su inmensa producción electrónica cambiaron la manera en que se experimenta con el sample hasta hoy. Pero los más afectados por la repercusión del disco fueron los mismos miembros de Animal Collective. Trabajos posteriores de la banda como Centipede Hz (2012) y Painting With (2016) se sienten como intentos de superar los excesos de Merriweather, con producciones energizantes pero creativamente repetitivas. De ahí que los cuatro Animal Collective hayan encontrado en sus discos solistas nuevos caminos para explorar, como el excelente Panda Bear Meets the Grim Reaper (2015), de Panda Bear, y el debut de Deakin, Sleep Cycle (2016). Eucalyptus es el nuevo disco del cantante y guitarrista David Portner como Avey Tare, un trabajo íntimo pero ambicioso de quince bocetos acústicos que suman más de una hora de duración.
Al igual que los otros miembros de AnCo, Avey Tare encontró una paz creativa al volver a sus influencias de raíz. En el caso de Panda Bear, esto fue el reggae y el dub de su infancia; para Deakin significó terminar el disco que había empezado en 2010 en su viaje a Mali. Para Avey Tare implicó volver a la simpleza de escribir canciones con su guitarra, solo en su habitación en Big Sur. Y para Portner la guitarra acústica tiene un significado especial, teniendo en cuenta que AnCo empezó como una reencarnación posmoderna de las zapadas más largas de los Grateful Dead. Por eso Eucalyptus tiene ese encanto mítico del artista que se escapa hacia las montañas para componer un disco íntimo. Canciones como “Coral Lords” y “PJ” parecen sueños de una siesta después de haber pasado toda la tarde en los bosques de California. Otros temas, como la apertura “Season High” o el collage de “Lunch Out of Order”, tienen ese divague de los primeros pensamientos de la mañana.
En un ejercicio de nostalgia, Portner también decidió trabajar con viejos colaboradores, como la ex Dirty Projectors/actual solista Angel Deradoorian y el prolífico violinista y compositor Eyvind Kang. La producción del disco estuvo en manos de Deakin, quien motivó en un principio a Portner a que grabase formalmente sus canciones. El universo de texturas y efectos, que Deakin ayudó a crear para Eucalyptus, logra capturar esa dispersión de ir y venir sobre una misma idea. La producción es lo suficientemente delicada como para darle margen a Portner de perderse solo y volver a encontrarse. El peso de su trabajo pasa más por el registro que por la producción, teniendo en cuenta el espacio y el aire que respiran las canciones. El resultado mantiene su misterio, como si fuese el registro de la frescura irrepetible del primer intento. Esa frescura que, a pesar de la carrera larga de Portner y AnCo, parece seguir viva.
Avey Tare, Eucalyptus, Domino, 2017.
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