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Microcromatismo

Lucas Di Pascuale

ARTE

Alguna vez reducido a sus elementos primarios, el arte revivió en su apertura conceptual a la palabra, la acción y la instalación sin perder el abismo ganado. Algo de esa implosión expansiva se absorbe con espacial sutileza en Microcromatismo, muestra en la que Lucas Di Pascuale (Córdoba, 1968) fusiona la depuración formal con una superposición abundante de citas, tiempos y materiales. Una pulcritud enigmática recibe en Hache al visitante, a quien sólo a través de la aproximación minuciosa y sucesiva le es permitido acceder a los niveles arborescentes del montaje.

No por nada el símbolo de la primera serie es el asterisco, al que Di Pascuale renombra “asterisca” otorgándole rasgos centrífugos y descentrados. Estrella, panadero, pelambre o nota al pie, este arquetipo de Miró a medias entre la geometría y lo orgánico se desanuda en seis hojas que entrelazan de distinta manera un conjunto de consignas desparramadas: “Retrato”, “Circulación”, “De noche las casas”, “Hacia una pista de hielo”, rezan algunos de los núcleos gravitatorios de mapa sinóptico. En apariencia arbitrarios, cada uno tiene asignado una pincelada de color que remite a un libro de la pequeña y rústica biblioteca sostenida entre dos piedras que hay en el suelo, y en la que es posible reconstruir una intertextualidad tan formativa como inquieta: hay volúmenes de poesía, ensayo, ficción, performance, filosofía. Los nombres de Oscar del Barco, Eugenia Almeida, Ana Longoni o Mariela Laudecina señalan una red de pertenencia local y afectiva, pero también se alternan autores disímiles como Mike Wilson, Maggie O’Farrell y Juan Cárdenas. El eslabón común de las referencias bibliográficas es el sentido, y de allí el título “Asterisca de ‘sentidos’” que la serie adopta y de cuya semiosis infinita se disparan conjeturas múltiples e inconclusas sobre lecturas, hallazgos y reflexiones: la instancia secreta e íntimamente colectiva que nutre el proceso creativo.

Cabe mencionar la afín Asterisca, reciente publicación de Di Pascuale dedicada a la docencia que puede hojearse en El aprendizaje infinito, la muestra colectiva vigente en el Museo Moderno. Allí yacen tendidas sobre un círculo negro las ediciones de autor (algunas impresas por DocumentA/Escénicas) que han complementado el quehacer híbrido del artista, que así pone en juego otro soporte y otra circulación, junto a una selección enmarcada de sus delicados dibujos blanquinegros en los que el pulso figurativo se desdobla en la copia, el homenaje y el registro.

El tándem entre ambas exhibiciones resulta decisivo, ya que es al trasluz de ese recorrido por el obrar previo que se evidencia el giro a lo abstracto de Microcromatismo, que en la serie “Herbarios” reúne su corpus más cuantioso. A decir verdad, la novedad es supuesta, siendo que estas composiciones mínimas pegadas sobre hojas de colores tenues son recortes de otra época, garabatos automáticos hechos a lápiz o a lapicera que saltan al primer plano con intervenciones vibrantes de témpera. El gesto evoca Querido margen, la anterior exposición de Di Pascuale en Hache de 2019, así como Alfabeto marginal (2022), un lenguaje inventado a partir de grafismos encontrados. Menos recurrente, la palabra se hace aquí presente en destellos de improvisación programática: “Micropolítica”, “Fuego”, “El espaciamiento y la llegada”, “Academia”, dispersas entre ensambles de rombos, círculos, flechas y triángulos. Un “Estudio” cromático en papel madera que acompaña a los dibujos da cuenta del carácter casi científico de estas plantas y flores extrañas, de estos motivos disecados que sin embargo lucen libres, etéreos, alegres.

El repliegue alcanza el extremo literal en la tercera serie, “Pintura microscopio”, siete cortinas enrolladas y cubiertas por capas tonales puntillistas que se apoyan verticalmente contra la pared. Tallos imposibles, flotantes, renuentes a la visión, son también palos de un asterisco de sentido finalmente desarmado, devuelto al misterio de la línea y del color.

 

Lucas Di Pascuale, Microcromatismo, Hache Galería, Buenos Aires, 13 de agosto – 2 de noviembre de 2024.

24 Oct, 2024
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