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Pan, la muestra de Santiago Delfino en la galería Miranda Bosch, es una exposición fuera de agenda y coyuntura, que nos enfrenta a una introspección sobre la condición humana desde una perspectiva transhistórica. A contrapelo de la exaltación actual del sujeto que, pese a los discursos críticos, se sostiene entre los sectores dominantes, Delfino construye su propuesta sobre una férrea confianza en las formas y sentida conexión con los materiales, como puente hacia algo que supera al individuo aislado. Antes de la historia, como sistema de división temporal, hay un tiempo irrestricto, parece señalar Delfino, y todas las obras presentadas en esta ocasión pivotan sobre este vector.
La exhibición ocupa las dos salas principales de la galería y establece contrastes notables entre una y otra. Mientras que la primera es abierta y luminosa, en parte porque cuenta con vidriera a la calle, la otra es un callejón sin salida de proporciones mucho más pequeñas y de techo bajo. Este juego de contraposiciones rige también la organización interna de Pan. En la primera sala encontramos una instalación de gran tamaño compuesta de un techo/cuadrícula de bastidores de lienzo crudo que contiene y baña de luz pareja una decena de situaciones escultóricas. Cada una de ellas está constituida por un óvalo principal del cual surgen otros de diferentes maderas y proporciones, lo que genera configuraciones de dos, tres y cuatro elementos de apariencia ingrávida, ya que son sostenidos por solitarias líneas negras de metal. La propuesta remite a expresiones gráficas de datos o modelados 3D, cargando de significado cada aspecto, cada orientación, cada tamaño, cada color, cada título. Quizás haya, en esta serie de esculturas, una reminiscencia a formas modernistas preduchampianas, en parte porque se nos sugieren inmutables: todavía conservan las huellas de dónde vienen las diferentes maderas y el proceso artesanal de corte, tallado y ensamblaje hasta llegar a su forma final.
Las esculturas, por otro lado, toman sus nombres de un manual de diagnóstico de trastornos mentales: “Trastorno de despersonalización/desrealización” es una forma principal con cuatro incisiones con un óvalo adjunto de menor tamaño, “Trastorno de estrés postraumático” es una de las composiciones más complejas, en “Trastorno del espectro autista” tres formas se ordenan en dos ejes de mayor a menor; “Delirium”, “Trastorno psicótico breve”, “Parasomnias”, “Trastorno bipolar”, “Fobia específica”, “Trastorno obsesivo-compulsivo”, “Especificador de ataque de pánico”, “Intoxicación por estimulantes”, “Esquizofrenia” y “Trastorno depresivo persistente (distimia)” son el resto de los diagnósticos que sobrevuelan la sala. Así, lo que podría desestimarse como una búsqueda de espíritu formalista termina siendo más humorístico que académico. Los mismos títulos que el manual médico utiliza para nombrar descripciones clínicas de sensaciones y experiencias personales que afectan estados de ánimo, sentimientos, comportamientos y pensamiento se materializan, ahora, como formas redondeadas y calmas en la sala, que se atraen o repelen en este espacio cartesiano.
En la otra sala, la obra que lleva por título “Fuente” es una colección infinita de momentos congelados en la retina de quien observa. En un espacio completamente a oscuras, una gota cae desde el techo a una masa de agua y cuando impacta en su superficie, el espacio se ilumina con destellos sincronizados de luz verde y roja, generando la ilusión de una imagen quieta: todos los tiempos confluyen en este instante. La obra existe sólo en la mirada de quien descubre los restos y rastros del elusivo movimiento de esa gota que cae. “Lo simple es la resolución de lo complejo”, se supone que dijo alguna vez Constantin Brancusi. Las situaciones construidas con dedicación y paciencia por Santiago Delfino nos acercan a la concepción misteriosa y casi mágica del arte, un terreno artificioso que nos devuelve, una y otra vez, algo que ignorábamos sobre nosotres mismes.
Santiago Delfino, Pan, Galería Miranda Bosch, Buenos Aires, 15 de marzo – 30 de abril de 2024.
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