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Sobre el fin de 2020 se editó Usos de la fotografía VII. Fotos, de Julio Grinblatt, por ARTA Ediciones. Es, como indica su nombre, parte de una serie sobre la que Grinblatt viene trabajando casi desde el comienzo de su carrera y a través de la cual busca reflexionar sobre diversos aspectos del acto fotográfico desde una perspectiva conceptual. Fotos ocupa un lugar singular en ese proyecto de largo aliento. El libro contiene más de ochenta fotografías, seleccionadas de su voluminoso archivo personal. Las personas retratadas, en su mayoría artistas, posan en reuniones, estudios de trabajo, cuartos de hotel, parques, ascensores, baños públicos, bares, pasillos y terrazas. En general miran a la cámara, muchos sonríen, posan, se prestan a la ceremonia fotográfica. Grinblatt cuenta que se maneja con dos máximas en relación con estas imágenes. Sólo fotografía a gente que conoce, sólo fotografía a gente que quiere. A poco de hablar con él, de consultarlo sobre los retratados, sabemos que estamos observando principalmente escenas que parten de un núcleo y lo persiguen en el tiempo: el mundo de las artes visuales que se fue configurando en el Buenos Aires de la segunda mitad de los ochenta. Guillermo Kuitca, Diana Aisenberg, Miguel Harte, Sebastián Gordín, Fabio Kacero, Guillermo Iuso, Roberto Jacoby, Orly Benzacar, por citar unos pocos, desfilan por sus páginas. Se trata de un momento fundacional de lo que se conoció como la “primavera” del alfonsinismo y se extendió al menos hasta mediados de los años noventa. Las fotografías parten de allí y continúan en el tiempo hasta nuestro presente. Mezclados, cuerpos, rostros, poses, saltan hacia atrás y hacia adelante mientas pasamos las páginas en una cronología dictada más por el azar que por la linealidad. Lo que permanece, sin embargo, es una emanación afectiva captada por la cámara y resultado del encuentro entre Grinblatt, a quien nunca vemos, y sus amigas y amigos.
Como cuenta Verónica Tell en el detallado texto que abre el libro, lo que vemos es resultado de una ¿exhibición?, ¿performance? que transcurrió entre el 21 de mayo y el 11 de junio de 2016 en Buenos Aires, cuando Grinblatt, en un departamento desocupado, mostró las fotos que contienen este libro y muchas más. Allí, como un maestro de ceremonias, desplegó parte de su archivo sobre una mesa e invitó a sus visitantes, muchos de los cuales habían sido sus retratados, a sentarse, manipular las fotografías previa colocación de un par de guantes blancos —que los convertían instantáneamente en magos— y conversar. En aquella exhibición performática, se evocaba una forma de mirar fotografías que Internet y la telefonía celular, confinándonos a la soledad de nuestros dispositivos, han sepultado definitivamente. Sentados alrededor de la mesa, los visitantes rememoraron un tiempo en que las fotografías se recepcionaban grupalmente y en un ámbito íntimo. Desempolvábamos un álbum familiar o de viaje y, como en un ritual, las imágenes comenzaban a circular de mano en mano, rodeadas de historias orales que las reanimaban o las contextualizaban.
El libro no es exactamente la documentación de la performance de 2016, sino otro momento de la saga de los amigos de Grinblatt. Recorriendo sus páginas, deteniéndonos en las escenas que nos propone, imaginando contextos y conversaciones, el álbum —así deberíamos pensar este libro— se hace historia, y el archivo comienza a contar, una vez más.
Julio Grinblatt, Usos de la fotografía VII. Fotos, textos de Verónica Tell y Mónica Giron, ARTA Ediciones, 2020, 218 págs.
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