Otra Parte es un buscador de sorpresas de la cultura
más fiable que Google, Instagram, Youtube, Twitter o Spotify.
Lleva veinte años haciendo crítica, no quiere venderte nada y es gratis.
Apoyanos.
En la desmesurada biopic que Oliver Stone le dedicó a Nixon, el episodio del New York Times/The Post vinculado al “Informe MacNamara” sobre la Guerra de Vietnam está narrado en forma sesgada. Stone relataba la conversión de un hombre inseguro y acomplejado en una bestia política paranoica, y el suceso en cuestión aparece como un clavo añadido en el futuro ataúd de Watergate, una mancha más en un tigre progresivamente acorralado. En la medida en que Stone es un moralista de trinchera, poco propenso a la mesura, el tratamiento del suceso responde a una lógica tan trastornada como la mente del protagonista, ese vitriólico Anthony Hopkins post Hannibal Lecter. Pero Spielberg, que es, también, un narrador moral, está parado sobre una tradición que no es tanto la de los nombres como la de la épica construida por partes sabiamente mezcladas de ímpetu histórico y memoria emotiva. Tal vez por eso su Nixon es una marioneta sombría recortada contra una ventana de la Casa Blanca, y sus protagonistas son los working men and women del así llamado “Sueño Americano”. A diferencia de Stone, Spielberg vuelca la historia sobre las personas (y no los acontecimientos sobre las personalidades), las retrata en un momento particular de su existencia y las hace pasar a través de los hechos con la sabiduría del contador de historias que sabe recortar sus temas en la cascada demencial de la realidad. The Post es, por momentos, tan abstracta y mínima como una nota al pie de la página de ese cine de periodistas e investigadores que va de la solemnidad documental de Todos los hombres del presidente (1976), de Alan J. Pakula, a la jocosidad acelerada de El diario (1994), del gran Ron Howard. Ben Bradlee (Tom Hanks), el editor, y Katharine Graham (Meryl Streep), la dueña del diario, son la avanzada de un grupo humano que sólo se muestra en su actividad laboral, como si su sentido de realidad estuviera condicionado por la dinámica propia de la última época del periodismo mecánico, ese de máquinas de escribir, grabadores de cinta y teléfonos públicos. El mundo de The Post es un mundo donde las casas y las redacciones están conectadas de una manera hermética, no hay un afuera para el oficio de contar y destapar la realidad. El oficio no sabe de quiebres o pausas y no entiende las privacidades, por ejemplo, de la vida conyugal. Es un mundo donde la verdad todavía es importante y no admite interposiciones. Pero la descripción del giro empresarial que transformó el periodismo desde mediados de los años setenta no debe ser leída como un comentario crítico a este presente de posverdades y redes (des)informantes. La moral de Spielberg no es la del calendario, y está cada vez más cerca de la de Frank Capra, director con el que viene midiéndose desde La terminal (2004). En ese sentido, The Post puede ser vista como el último escalón de una trilogía que completa Puente de espías (2015), dedicada a montar una máquina de interrogaciones desesperanzadas —aunque no del todo fatalistas— sobre la forma en que la nación más poderosa del mundo forjó mitos que aún retienen el aura de tiempos mejores o menos malos. Y si, como cuenta The Post, cada época requiere de sus propios dispositivos para narrar sus tensiones, la habilidad para tratar de entenderlas radica, justamente, en lo que tanto Capra como Spielberg pueden hacer como pocos: contar siempre historias diferentes, pero con las mismas herramientas.
The Post. Los oscuros secretos del Pentágono (EEUU/Reino Unido, 2017), guión de Liz Hannah y Josh Singer, dirección de Steven Spielberg, 116 minutos.
Los documentales de Netflix —salvo honrosas excepciones— están cuidadosamente elaborados a partir de fórmulas caducas con las cuales resulta complejo vislumbrar algo, por más ínfimo que sea,...
Cuesta creerlo hoy frente a la penosa cartelera de las plataformas de streaming, pero hasta Chris Marker, uno de los grandes experimentadores del cine, celebró a comienzos...
“Work” es el título del capítulo seis de The Philosophy of Andy Warhol. Al tratarse del libro de un artista, el instinto inicial es entenderlo por “obra”,...
Send this to friend