Inicio » DISCUSIÓN » Sobre el envío argentino a la Bienal de Venecia y la soberanía del artista

Sobre el envío argentino a la Bienal de Venecia y la soberanía del artista

DISCUSIÓN

No fui a la Bienal de Venecia de 2013, nunca fui a la Bienal de Venecia, y no vi la obra de Nicola Costantino que se presenta en la muestra como pionera en más de un sentido. Es la primera que se exhibe en el flamante Pabellón Argentino, la primera de una artista mujer como único envío argentino y la primera, según la propia artista, que se ocupa de Eva Perón con el lenguaje del arte contemporáneo. De la obra solo vi el video y las imágenes que se ofrecen en el dossier de prensa del sitio de la artista, y vi también la transmisión de la videoconferencia con que la Presidenta inauguró la muestra. No podría hacer apreciaciones estéticas a partir de esas referencias mediadas e incompletas, pero no hace falta haber estado en Venecia para notar que el envío es también pionero en otros sentidos. Como ya lo señaló la prensa con énfasis diversos, para acompañar la obra de Costantino se instaló en el pabellón un insólito “espacio informativo institucional”, en el que se exhibe un tríptico de videos documentales producido por Tristán Bauer sobre la historia de Evita, “Vida”, “Muerte” y “Resurrección”. La inclusión sorprendió a cronistas y críticos de todos los medios, y también a la artista y al curador, Fernando Farina, que después de la inauguración agregaron en la pared una leyenda: “El curador y la artista consideran este espacio innecesario y que puede confundir la interpretación de la obra” (sic).

Lo que más sorprende, sin embargo, es la sorpresa del curador y la artista. Esa intervención sin precedentes podría haberse previsto en otras anteriores, igualmente inéditas. Aunque el título de la obra era Rapsodia inconclusa, Costantino aceptó cambiarlo por otro, Eva – Argentina. Una metáfora contemporánea (así lo aclara Cristina en la videoconferencia frente a la artista en Venecia), sugerido por la Presidenta. Con ese título figura en el listado de la Bienal, aunque en el video y en algunos textos sigue llamándose Rapsodia inconclusa, por lo que la prensa, confundida, la llama a veces con un título y a veces con otro. Es la primera obra que enviamos a Venecia, y quizás la primera en la Bienal, que tiene dos títulos. Y aunque nunca antes el arte se había preguntado con tanta convicción por la pertinencia de los rótulos identitarios nacionales, es la primera vez (y una de las pocas en los envíos de ochenta y ocho países) que una obra presentada en la Bienal ostenta su nacionalidad desde el título, como si no bastara con el Pabellón Argentino y la figura de Evita. Contrariada por la inclusión del “espacio informativo institucional”, Costantino aclaró en la prensa que su propuesta para la quinta parte de su inconclusa rapsodia no había sido aceptada por la Presidenta, un diálogo que la convierte, además, en la primera obra que enviamos a la muestra cuya conclusión se conversa con un presidente.

Se dirá que lo que cuenta finalmente es la obra que, como se aclara en el título, es una metáfora, porque eso es lo que hace el arte, metaforiza. Pero ¿qué metáfora contemporánea encarna Evita? “No quiero decir sobre Eva las cosas que ya se dijeron mil veces”, asegura Costantino. En el video cuesta encontrar algo que ya no se haya dicho, pero puede que en la experiencia directa la obra sea más reveladora. En cualquier caso, es la primera vez que en el dossier de prensa de un envío a la Bienal las metáforas, sin demasiada confianza en el arte, las explica la propia artista.

Más que la figura de Evita, se diría, lo que la instalación parece haber puesto en cuestión es la soberanía del arte y, sobre todo, qué entiende por arte soberano un artista. “El arte no es tal más que en el alejamiento”, escribió Bataille, “es decir en la negación de las funciones y del poder asumidos por la soberanía real”. En el plano del poder, dijo también, el arte soberano es dimisión y habló de Kafka, que no reclamó reconocimiento ni gloria porque sabía que “la soberanía es NADA”. A nadie que todavía crea en la posibilidad de un arte soberano lo habrá halagado que seamos los primeros en un ranking tan desafortunado y extemporáneo.

4 Jul, 2013
  • 0

    La Disonancia social de Mattin

    Rodolfo Sousa Ortega
    21 Nov

    En abril de este año, la editorial argentina dedicada al arte sonoro Dobra Robota publicó Disonancia social, la edición en castellano de Social Dissonance de Mattin (Urbanomic,...

  • 0

    Flores, fuegos y fantasmas. Steve McQueen en Nueva York

    Reinaldo Laddaga
    14 Nov

    El DIA Art Center ha montado una doble exposición del cineasta y artista británico Steve McQueen. No he podido ver un espectáculo de música y luces...

  • 0

    De la salvación del mundo. A propósito de Rapsoda de Lucas Soares

    Jorge Monteleone
    7 Nov

    En el último Borges —que había mutado de su conservadurismo hacia una especie de utopía ética de la belleza, unida a su experiencia del sintoísmo en el...

  • Send this to friend