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No parece posible postular que todo está conectado con todo tal como cierta parte de la biblioteca filosófica pretende. Primero, porque no hay “todo” y luego porque, cuanto más, todo está conectado con algo que a su vez está conectado con otra cosa. Existen, sin embargo, un sinnúmero de conexiones parciales con diversas proximidades y especificidades. Dentro de la niebla, de Guilherme Wisnik, de reciente publicación en español, es un intento por pensar o, mejor, por recorrer algunos de esos vínculos. Particularmente, se interesa por aquellos nudos actuales que atan el arte, la arquitectura y la tecnología al presente brumoso.
Si la modernidad estuvo signada por la transparencia, la claridad y la luz, el mundo contemporáneo, propone Wisnik, se encuentra dentro de la niebla. En muchos sentidos: la niebla de la contaminación ambiental, la de los flujos financieros, la de las nubes de Internet, la de los accidentes radioactivos, y podría seguirse. Sobre estas cuestiones se estructuran los ocho capítulos que componen el libro y que combinan un amplio conjunto de imágenes con una extensa lista de conceptos provenientes de las humanidades imposible de enumerar aquí.
El plástico, afirma Wisnik a partir de Barthes, posee la forma de algo escamoso, cremoso y debilitado que muestra mucho nuestra sensibilidad actual. En las últimas décadas ha irrumpido y comenzado a habitar todos los espacios: los líquidos, los sólidos y los gaseosos. Nos ha envuelto a nosotros mismos y se ha metido dentro de nuestro cuerpo. Es un material levísimo que no tiene casi espesura y parece flotar como si estuviera fuera del alcance de la ley de gravedad. Así también la arquitectura parece aspirar a cierta desmaterialización, alejándose de los efectos de la gravedad.
La neblina atmosférica y la polución urbana e industrial se superponen con la bruma de los capitales financieros y con las nubes digitales. Estas últimas aparecen como un medio informe, transparente y accesible, que oculta tanto las redes de poder como la enorme infraestructura física que las sostiene. Dentro de la niebla se desarticulan y se desintegran “las redes densas de lazos sociales, considerados obstáculos para esa perpetua expansión”, al tiempo que tiene lugar una guerra invisible que ha sido normalizada.
Donde hay humo hay fuego, escribe Wisnik llegando al final del libro. La imagen nube no es unívoca: permite ver el avance devastador y catastrófico, pero no una victoria definitiva. Las nubes son metáforas del control impersonal del mundo contemporáneo, pero también conllevan formas de resistencia. Ante la sociedad de la falsa hipervisibilidad aparecen entonces una política y una poética de las nubes. Dentro de la niebla, las formas de control y disciplinamiento se expanden como también lo hacen las estrategias que las socavan.
Guilherme Wisnik, Dentro de la niebla. Arquitectura, arte y tecnología contemporáneos, traducción de Manuel Rebón, Ubu Ediciones, 2021, 322 págs.
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