Otra Parte es un buscador de sorpresas de la cultura
más fiable que Google, Instagram, Youtube, Twitter o Spotify.
Lleva veinte años haciendo crítica, no quiere venderte nada y es gratis.
Apoyanos.
¿Qué es una seguridad progresista? Esa es la pregunta que se hace la antropóloga y ex ministra de seguridad Sabina Frederic en su más reciente libro, y es precisamente este doble rol, en la academia y la gestión, lo que hace relevantes sus planteos. Frederic repasa lo actuado en su gestión al frente de la cartera de seguridad, analiza aciertos y desaciertos, desde la reflexividad antropológica sobre el lugar del investigador. Considera además el área de conocimiento en la que se inserta, la seguridad, que en la Argentina se caracteriza por ser un terreno de saberes y temas difusos en el que intervienen figuras expertas de las disciplinas más diversas. Para ejemplificar, compara la gestión de la pandemia en nuestro país —orientada por saberes técnico-científicos— con la ambigüedad del campo de la seguridad, más permeable a las lógicas políticas y mediáticas.
El análisis se contextualiza en un escenario neoliberal de post bienestar con amplias proporciones de la población viviendo en los márgenes de la estatalidad. Para administrar a esa población vulnerable, Frederic observa que la principal demanda de todo el arco político y mediático es “más represión” y “más gendarmes”. Sobre la primera se centra el primer capítulo, en el que se analizan conflictos relacionados con el acceso a la tierra, más precisamente los de las comunidades Mapuches en la provincia de Río Negro, y con el trabajo, detallando el caso de los trabajadores tercerizados de la línea Roca del ferrocarril. Allí lo que queda claro es que, a pesar de los cambios de gobierno, la protesta permanece como problema y la represión como solución, dejando obturada la posibilidad del diálogo y la negociación. El segundo capítulo se ocupa de la demanda de mayor cantidad de gendarmes que son, según Frederic, los eslabones más débiles en la cadena de las políticas de seguridad, la moneda de cambio de los funcionarios políticos para el gobierno de las periferias. El ejemplo elegido aquí es la problemática del narcotráfico en la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Rosario, donde adquiere características diferentes pero una misma solución. Ante la falta de información certera que permita abordar estratégicamente esta conflictividad tan acuciante, se busca resolverla con mayor cantidad de policías. Sin embargo, la saturación policial y el patrullaje son estrategias efectivas para perseguir el narcomenudeo, pero no a actores de peso de este mercado ilegal. Para darle una solución al crecimiento del narcotráfico, Frederic considera que es necesaria una articulación entre la policía y la justicia que investigue a fondo, identificando con claridad los formatos que adquieren las distintas organizaciones criminales, su volumen, estructura y solidez. La investigación criminal policial-judicial permitiría además perseguir a los agentes estatales que por acción u omisión están involucrados en prácticas ilícitas.
Lo que el progresismo no ve aporta así una forma de abordaje de la seguridad en toda su complejidad que escapa a la norma ya que, en general, el tratamiento mediático se caracteriza por relatos simplistas y esquemáticos que perpetúan las desigualdades sociales distinguiendo entre víctimas, trabajadores dignos que merecen respeto, y victimarios, que están bajo permanente sospecha. Esta narrativa sobre la inseguridad termina promoviendo el protagonismo de expertos, ministros y autoridades de diversos signos políticos que actúan como pararrayos, representantes del Estado que regulan a la población que habita en los márgenes aplicando su ley antes que la ley.
Quizás la mayor dificultad para pensar una seguridad progresista resida en que los conflictos que efectivamente se resuelven antes de que escalen no llegan a las tapas de los diarios. No se puede hacer campaña política o ganar elecciones con la gestión de situaciones antes de que se vuelvan problemáticas. Las políticas propuestas por Frederic para abordar la seguridad requieren tiempo para producir la información que permita realizar diagnósticos certeros y acuerdos necesarios para su implementación. Mientras no nos demos ese tiempo, seguiremos recurriendo a la securitización de los problemas, pidiendo más gendarmes y más represión.
Sabina Frederic, Lo que el progresismo no ve (cuando aborda la seguridad), Siglo XXI Editores, 2024, 200 págs.
Manuel Quaranta pertenece a esa rara y afortunada especie de escritores que sólo se sienten escritores cuando escriben. Contrario al autor profesional (estirpe Vargas Llosa) que tiene...
Diez años pasaron desde la muerte de Tulio Halperin Donghi, el gran historiador argentino. La producción historiográfica de Halperin Donghi, discípulo de Fernand Braudel y de José...
La sociología de la literatura se ha transformado en historia del libro. El camino marcado por la importación de los estudios culturales y la sociología de tono...
Send this to friend