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Este libro, breve, contiene dos conferencias ofrecidas por la activista feminista Jane Lazarre. En ellas da cuenta del desarrollo de su pensamiento en relación con la experiencia de ser una mujer judía blanca madre de dos negros. Lo narra como un trayecto de autoconocimiento que la llevó a tomar conciencia de su blanquitud, en un proceso arduo en el que debió superar cegueras y contradicciones, tema que había desarrollado en Beyond the Whiteness of Whiteness: Memoir of a White Mother of Black Sons (1995). Lo que ella denomina “blanquitud de la blanquitud” es justamente esta densa niebla de negaciones que impide verla como una categoría política y social de dominio que perpetúa privilegios. En los Estados Unidos de la era Trump y después, marcados por las pérdidas de derechos, el apoyo a la tenencia de armas por parte de particulares, el racismo y la xenofobia, entre otras cosas, reiterar estas marcaciones se hace urgente. En este sentido, el libro es un llamado. En la primera parte va más allá de las tesis fundamentales de su libro El nudo materno (1976), y subraya la necesidad de entender la maternidad (“una de las formas de amar más exigentes y abrumadoras que existen”) como un proceso de apegos y distanciamientos alternativos, al mismo tiempo que como una experiencia ambivalente, así como la de narrar las contradicciones para construir una memoria alternativa a los discursos dominantes que pretenden normativizar la experiencia de las mujeres.
Hay un núcleo difícil de desanudar: Lazarre intenta, de diversos modos, la transmisión de esa experiencia fundamental consistente en ser una madre judía blanca de hijos negros, y relata las diversas vicisitudes que siguió su lenta toma de conciencia acerca de lo arraigado del racismo en la cultura de Estados Unidos, pero no se puede desconocer que al mismo tiempo esa narración subraya la dificultad de tomar conciencia de ese racismo si se vive en el contexto privilegiado de los blancos y no se ha tenido contacto cercano con situaciones de segregación. Tal vez de allí provengan su insistencia y su énfasis, una posición que por momentos parece confiar demasiado en el poder de las palabras, en la comunicación de experiencias autobiográficas y la construcción de conciencia, al mismo tiempo que una fisura se cuela entre medio de las palabras.
Seguidora de algunas ideas de Woolf, Rich y Christa Wolf, entre otras, Lazarre ha tomado en sus trabajos la idea de un entramado entre vida, escritura y activismo, entre intimidad y política, y ha subrayado su militancia con el trabajo docente, centrado en la escritura autobiográfica afroamericana, con grupos que poseían una marcada diversidad cultural. En este entorno, el intercambio de experiencias entre afros, latinos, blancos, inmigrantes en general, permite la visibilización de las condiciones de exclusión a partir de los relatos de experiencias vividas por los participantes, que no son la parte menos valiosa del texto. Convencida de que “contar los relatos verdaderos para contrarrestar los relatos falsos y generalizados constituye la esencia y el espíritu del activismo”, confiada en las ideas de veracidad y transparencia del lenguaje y en la autoconciencia, estos son los pilares de sus militancias.
Jane Lazarre, Una escritora en el tiempo, traducción de Blanca Gago, Las Afueras, 2022, 96 págs.
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