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Los cuentos de la dominicana Aurora Arias trabajan diferentes registros de la lengua oral. Las voces se multiplican y escuchamos el habla de un ex comunista que descree de las ideologías, un poeta marginal que se burla del arte oficial, una mujer engañada, una intelectual que pasa por loca, las mujeres ricas que dialogan en la arena sobre espiritualidad, los bailarines improvisados en un bar. El registro oral postula de forma sonora una zona cultural y política. En este sentido, los cuentos dibujan una zona coloquial, afanosa y populosa. La lengua no es caprichosa ni baladí sino que enciende una comprensión de lo popular. La lengua comunica una realidad social.
En “Click”, la profesora Guerrero es una intelectual que blande las banderas de la lucha política, una especie de mujer faro que quiere sacar a las mujeres de su letargo espiritualista. Pero la profesora Guerrero es una desquiciada. Aurora Arias revisa el tópico que muestra a los locos como los portadores de la verdad. “Click” recuerda, de algún modo, a los personajes de Roberto Arlt, y propone releer las relaciones entre verdad y locura, delirio y racionalidad.
El personaje James Gatto salta de un cuento a otro. Entra y sale de las historias como un flâneur desquiciado, un viajante en busca de experiencias extremas. Hay intensidad en la vida de James. En “Emoticons”, “Bachata” y “Novia del Atlántico”, se rozan los escenarios y ciertas formas del policial. Ambientes sórdidos, chicas semidesnudas, droga, hoteles, intriga, prostitución y música de bachata. Arias introduce los gestos populares a través del registro musical. En algunos cuentos, la letra de una canción ingresa como marca escrita y como evocación directa de la sonoridad rítmica. La música es una melopea que expone las formas de los sentimientos y recrea la sensibilidad social.
Tanto en “Travesía” como en “Parquecito”, existe la tensión entre vida local y extranjería, entre país pobre y desquiciado y país rico y extranjero. Estados Unidos es un fuego lejano y lento que hace arder la dependencia y el colonialismo presentes.
El libro aborda la relación entre los comportamientos de la clase alta y de los pobres. Tanto en “Click” como en “El despojo”, aparecen grupos que buscan la vida espiritual como una vía de escape o de fuga mientras el resto de la población dominicana raspa la aridez de la pobreza. “Recuerdos de infancia”, cita expresa del texto de Sarmiento, remonta el plurilingüismo de un sector social del Caribe y descubre los aspectos excéntricos y oscuros de una familia típica de la isla.
Los narradores en primera y en tercera persona se alternan para construir una escritura polifónica, sonora y lírica. Los cuentos merecen ser leídos por su modo de registrar los conflictos sociales y por el empeño poético y realista en dar vida a seres anónimos y perdedores, ricos ufanos y excéntricos locuaces. Presentan miniaturas de una forma de ver y de entender la cultura popular y exponen las formas de vida en los márgenes de los márgenes.
Aurora Arias, Emoticons, Corregidor, 2015, 224 págs.
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