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La música siempre tuvo una obsesión con el espacio exterior y los futuros posibles en otros planetas. Desde los primeros experimentos con instrumentos electrónicos y los comienzos del space age pop hasta la exploración afrofuturista del jazz, diversos artistas se volcaron a la composición musical para imaginar porvenires distantes en el espacio y el tiempo. Esta búsqueda no quedó abandonada en la música pop actual, pero sí podemos encontrar una falta de imaginación y relevancia en parte influenciada por las más millonarias y genéricas producciones recientes del cine de ciencia ficción. La joven arpista y tecladista Nala Sinephro, en cambio, está más interesada en retomar los viajes sónicos e interplanetarios que Pharoah Sanders, Sun Ra y Alice Coltrane iniciaron durante los años sesenta con el objetivo de expandir los límites del jazz y la música espiritual. Space 1.8, su primer álbum publicado a través del sello inglés Warp, es una exploración espacio-temporal tanto en escalas íntimas como siderales, una obra personal que mira hacia el pasado y futuro del género.
¿Cómo se hace un disco de jazz en 2021? ¿Qué se hace con el monumental e inabarcable historial que pesa sobre los hombros del género? ¿Cómo se revitaliza un género que por mucho tiempo se creyó estancado en sus formalismos? Sinephro no encara estas preguntas de forma directa, pero los métodos que utilizó en Space 1.8 pueden servir de guía para aproximar algunas respuestas. La artista de origen belga-caribeño compuso y grabó el disco entre 2018 y 2019 durante largas sesiones de improvisación con músicos de la escena de jazz de Londres, entre ellos la saxofonista Nubya Garcia. Sinephro evitó grabar con un ensamble fijo, optando por crear su álbum como si fuera un collage de colaboraciones, al igual que artistas pop contemporáneos como Solange, Frank Ocean y Blood Orange. En ese sentido, más que su sutil estilo de tocar el arpa o su manera de inundar el espacio con sintetizadores, es su talento como productora lo que moviliza Space 1.8. Esto le permite manejar los climas y el ritmo del disco con total libertad, alternando momentos de dinamismo y rapidez como en “Space 3” y “Space 6”, con largos pasajes en los que el tiempo parece estirarse y derretirse como en “Space 8”, el track de 17 minutos que cierra el disco con una tranquilidad de proporciones épicas. Y un minuto antes del final, la canción se ralentiza incluso más, como si escapara de esta dimensión para encontrar libertad en lo desconocido.
Sinephro también evitó establecer una afinación estándar y un tempo fijo para estructurar las grabaciones. En cambio, las sesiones estaban conceptualmente guiadas por la posición de los planetas y su interés en las frecuencias no audibles emitidas por los agujeros negros. Este experimento remite a uno de los más recientes álbumes del maestro del ambient William Basinski, On Time Out of Time (2019), una obra romántica y meditativa creada a partir de las grabaciones de dos agujeros negros colisionando entre sí. Y es que la revitalización del jazz que propone Sinephro tiene una fuerte afinidad con la música ambient, así como en los últimos años el jazz estadounidense encontró una hermandad en el hip hop.
Pero el inevitable punto de comparación de Space 1.8 será el otro gran disco de jazz del año promovido por la crítica: Promises, del productor inglés de música electrónica Floating Points junto con el saxofonista Pharoah Sanders y la Orquestra Sinfónica de Londres. Ambos trabajos hacen dialogar a la música experimental moderna con la larga tradición del jazz en una conversación amena incluso para oídos ajenos a estos géneros musicales. Promises resulta el primer disco en más de una década de silencio para Sanders, quien ronda los ochenta años de edad y durante la década del setenta llegó a militar dentro del free jazz vanguardista. Por su parte, Sinephro se encuentra en los albores de su carrera, habiendo grabado Space 1.8 con sólo veintidós años. Como dos caras opuestas que coinciden en los extremos, ambos artistas encontraron una nueva trascendencia no tanto en el virtuosismo, sino en la escucha atenta y paciente.
Nala Sinephro, Space 1.8, Warp, 2021.
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