Otra Parte es un buscador de sorpresas de la cultura
más fiable que Google, Instagram, Youtube, Twitter o Spotify.
Lleva veinte años haciendo crítica, no quiere venderte nada y es gratis.
Apoyanos.
En años recientes, el género venerable del ensayo personal ha experimentado una nueva tendencia, influido mayormente por dos corrientes: las nuevas olas de movimientos políticos basados en la identidad y la autoficción. En el mundo anglosajón, escritoras como Maggie Nelson, posiblemente su exponente más famoso e interesante, y Olivia Laing han combinado crónicas de sus propias experiencias íntimas con exploraciones más o menos eruditas de temas universales. Efectivamente, el interés personal del autor, sobre el que antes hubiéramos leído en el prólogo del libro, se ha vuelto el libro entero.
Escribiendo en esta veta, Marina Benjamin nos presenta en Insomnio una crónica de sus experiencias con ese trastorno combinada con algunas lecturas alrededor del tema. No es un libro largo y las lecturas son estrictamente canónicas, desde Homero (particularmente el personaje de Penélope) hasta Oliver Sacks, con las paradas obligatorias en el psicoanálisis y la investigación científica y algunos cuadros y poemas que a la autora le parecen relevantes —es una característica de este tipo de ensayo empezar con los artistas, escritores y obras que le interesan al autor y después encontrar una manera de relacionarlos con el tema en cuestión—. Lo demás son textos breves de prosa flash sobre sus experiencias de no poder dormir y viñetas sobre su relación con su marido, a quien llama Zzz.
El final del libro llega con una desilusión, pero no una sorpresa: las fuentes citadas muestran que la investigación que Benjamin hizo para este libro ha sido bastante somera. Parece que leyó un par de libros que sí hicieron el trabajo: Night Passages: Philosophy, Literature and Film (2013), de Elisabeth Bronfen, e Insomnia: A Cultural History, de Eluned Summer-Bremner (2010). No se engañen con las seis páginas de fuentes; la mayoría de ellas también se encontrará al final de los dos libros citados. Esto no es malo per se; después de todo, es un ensayo personal. Habría, entonces, que juzgar el libro no tanto por su erudición como por su escritura, y por cómo la combina con la investigación prestada. Y en estos términos, hay que decir que habrá mucha gente que encontrará algo familiar en las descripciones vívidas y amenas de Benjamin sobre la sensación de no poder dormir. Y también probablemente muchos encontrarán algo profundo y encantador en frases como: “Compartir una cama con alguien es mantener activa una conversación que se desarrolla en el lenguaje de movimiento y espacio”. Personalmente, las encuentro livianas; el tipo de texto que abunda en las redes pero que no soporta una segunda lectura. Y una observación a esa cita en particular: si el tiempo compartido en la cama con Zzz es una conversación, se trata de una conversación fallida. Se puede leer Insomnio como una riña marital pasivo-agresiva en textos cortos; varias veces recae sobre Zzz, de manera consciente o no, la culpa por las dificultades de dormir de Benjamin, pero parece que nunca han probado la solución más obvia y directa: dormir en camas o cuartos separados. Aquí hay un tipo de presión social respecto de cómo una pareja debiera comportarse en estos casos, y habría sido interesante profundizar un poco en eso, como sí lo hace la autora en sus reflexiones políticas más generales.
El problema, quizá, es que un ensayo personal sobre el insomnio es casi por definición un ejercicio de solipsismo: el momento de la madrugada cuando parece que sos la única persona despierta en el mundo, o cuando, dependiendo de tu humor, tenés soluciones para todos los problemas de ese mundo o estos problemas parecen a punto de caer sobre tu cabeza. Benjamin termina su ensayo con las palabras: “Esta es la canción del insomnio y voy a cantarla”, pero nunca queda en evidencia por qué querríamos escucharla.
Marina Benjamin, Insomnio, traducción de Florencia Parodi, Chai Editora, 2020, 136 págs.
A dos meses de la muerte de su esposo, la narradora de Arboleda decide emprender en soledad el viaje a Italia que habían planeado juntos. A partir...
Lejos de ser una novedad en el escaparate literario, el fluir de la escritura ha sido explotado durante años desde múltiples aristas, sobre todo como técnica. Las...
Aunque en las novelas de Flann O´Brien no hay postulado científico que permanezca indemne, ni fundamento alguno que no esté supeditado a la ley suprema de la...
Send this to friend