Otra Parte es un buscador de sorpresas de la cultura
más fiable que Google, Instagram, Youtube, Twitter o Spotify.
Lleva veinte años haciendo crítica, no quiere venderte nada y es gratis.
Apoyanos.
Dissipatio H.G. »
Guido Morselli
Sebastián Menegaz
Todo en Dissipatio H.G. —la raíz, también, es la nuestra; real, académica: “disolución”—, todo, en la última novela que el italiano Guido Morselli completó antes de morir (1912-1973) se concentra, adquiere densidad, cosa curiosa, mediante un continuo ejercicio de disuasión. Continuo no, indeclinable. El plural a veces es más privativo. Ejercicios. No sólo, ni únicamente, en las c...
Cartas a Gwen John »
Celia Paul
Sebastián Menegaz
Hay quien sienta a Gwen John en la mesa de Seurat y Cézanne entre los grandes pintores clásicos modernos. Mary Taubman, no sé si Cecily Landale, una de sus biógrafas. Otra, primigenia, es Susan Chitty, aunque Celia Paul no recurre a este material. Sí lo hace Michael Holroyd (con ambas, pero en mayor medida con Chitty), por ejemplo, en una subrepticia antología curada por Matías Serra Bradfo...
Ramiro Quesada Pons »
Ramiro Quesada Pons
Ludovico Zanettini
Ramiro Quesada Pons en Smol es un hito en una amplia cosmogonía en la que me gustaría incluir su cadencia genealógica, para ilustración del público porteño. Su abuelo fue un virtuoso maestro del arte moderno, un intelectual, comunista, que entre sus obras de una belleza casi inobjetable pensó y fundó una comunidad ideal de artistas y artesanos que convivían en El Bermejo. Su padre fue un ...
La liga harapienta »
Sebastián Menegaz
Hernán Sassi
En La liga harapienta, primera novela de Sebastián Menegaz, se afirma que “un caudillo no les dice a sus hombres qué es lo que quieren, les dice por qué lo quieren”. Ese saber, aprendido con el gauchaje —y no suprimiéndolo—, es el que llevó a Arturo Jauretche a definir al caudillo como “el sindicato del gaucho”. Por el contrario, para Sarmiento, “los caudillos [fueron] monstruos...