El teatro se deja abordar desde varias perspectivas conceptuales. Hay una hegemónica dentro del teatro de Occidente, que podría caber en la fórmula: “actor encarnando a un personaje”. Para los cultores de esta modalidad, la eficacia y el valor del resultado artístico (porque de eso se trata, de la espectacularidad del acabado) dependerían de borrar la singularidad del sujeto que actúa, de neutralizar su cuerpo fenomenológico para venir a adoptar los pretendidos rasgos del personaje. El actor es entonces un intérprete, un traductor de los signos pergeñados por el autor. Es a él a quien le debe obediencia y para tal fin debe descorporizarse.
Felizmente existen otras perspectivas, otras formas de construcción del hecho teatral. Emilio García Wehbi es un artista que concibe el teatro en términos opuestos a los que expusimos más arriba. Su naturaleza se encuentra en el cuerpo del performer, en su fisicidad. ¿Qué mejor que pensar esta problemática a partir de un texto como 58 indicios sobre el cuerpo de Jean-Luc Nancy?
Cincuenta y ocho performers hacen su ingreso al espacio escénico con la parsimonia de quien se sabe poseedor del tiempo. La serie es idéntica: cada uno se desviste, deja sus prendas en el centro de la escena, se aproxima a un micrófono y expone su texto, da su indicio cuyo número —grabado en cada una de las espaldas— funciona como un sello de la piel o inscripción de identidad. El cuerpo es material, inmaterial, visible; es exterioridad, diferencia, alteridad; es prisión o es dios; es cadáver o es glorioso. Wehbi les busca a las reflexiones de Nancy su estatuto dramático y lo encuentra en la contundencia de los cuerpos desnudos que, a lo largo de tres horas, irán ocupando paulatinamente el escenario hasta saturarlo. Tal vez en clave estética, el director viene a refutar la célebre idea de espacio vacío con que se suele calificar al teatro. Acá se muestra lleno, y la sobreabundancia o el exceso de corporalidad parecen funcionar como un acto de la más pura resistencia: contra la interpretación y el textocentrismo, contra la representación y la redundancia.
Probablemente, estos 58 indicios sobre el cuerpo lo sean también sobre el tipo de teatro que puede más y mejor acompañar nuestra contemporaneidad. La discusión se impone. Hay quienes escribimos artículos. García Wehbi, provocador consuetudinario, da batalla desde el escenario.
58 Indicios sobre el cuerpo, concepto y dirección de Emilio García Wehbi, texto de Jean-Luc Nancy, Timbre 4, Buenos Aires.
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