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“La ‘urdimbre’ es la disposición vertical de los hilos, la ‘trama’ es el conjunto de hilos que se cruzan en sentido horizontal y el ‘entramado’ es la unión de ambos”, explica Cynthia Edul, de pie ante un pequeño telar, al tiempo que realiza una demostración. En El punto de costura, los hilos verticales delinean la historia familiar de Edul, dramaturga, directora e intérprete de la obra: la migración del abuelo sirio a la Argentina, sus inicios como vendedor ambulante, la posterior inauguración de su comercio textil en el barrio de San Cristóbal, la estirpe familiar que funda, la comunidad sirio-libanesa en Buenos Aires, el racismo de los criollos. Los hilos que formarían la trama horizontal de la obra son un vasto conjunto de citas literarias, antropológicas, históricas, filosóficas que la autora intercala con maestría a lo largo de la narración.
En el inicio, Edul revisa la historia de los tejidos en diferentes culturas, su función de protección y su uso ornamental. Aparecen, por caso, los quipus incaicos (que constituían un sistema de escritura tridimensional), los remotísimos orígenes del algodón (tanto en lo que respecta a su génesis vegetal como a los usos humanos), las sedas y técnicas japonesas. Las peripecias familiares se conectan así con prácticas que se remontan a los comienzos de la humanidad. El nombre del negocio familiar, Jacinto Edul e Hijos, y la manera de organizarlo conducen a un relato que pondera con minucia el peso de la tradición, la herencia y la historia argentina. Con la sustitución de importaciones que se abre en los años treinta y se profundiza con Perón, el negocio prosperará de manera acelerada. Jacinto y sus hijos comercializan los productos de la textil Flandria, pujante fábrica que siguió los preceptos sociales de la encíclica de León XIII (sobre la historia de la orquesta de Flandria cabe recordar aquel notable documental titulado, como la encíclica, Rerum novarum, de Schindel, Batlle y Molnar). El destino final de Flandria, el de la empresa familiar y el de toda la industria textil argentina estará signado por la desindustrialización brutal generada por las políticas neoliberales de la dictadura militar y agudizada en la década menemista.
En la tradición contemporánea del biodrama y de la conferencia performática, Edul se desempeña como una precisa narradora y se mueve con fluidez, acompañada por los efectos sonoros y la música envolvente de Guillermina Etkin. La disposición escénica es minimalista: una larga mesa para cada una de las intérpretes, dos computadoras, telas y otros objetos que van utilizando. En algunos pasajes, recurren a una pantalla, en la que se proyectan imágenes de archivo. En tren de comparar su trabajo, vienen a la mente obras de artistas argentinas (Vivi Tellas, Lorena Vega, Lola Arias) o las conferencias documentales y autobiográficas del artista libanés Rabih Mroué (como Make Me Stop Smoking, que se pudo ver en Buenos Aires hace unos cuantos años). El punto de costura se apoya en estas formas genéricas para desplegar su singularidad, marcada por el espesor literario y ensayístico.
Edul explicita la conexión etimológica de la palabra “texto” con “tejido” mediante la célebre formulación barthesiana que se encuentra en “De la obra al texto”. El hecho de que el texto sea leído potencia su centralidad en la obra. Por otra parte, ese lugar privilegiado se manifiesta en la integración a su tejido de fragmentos de otros textos: Homero, Shakespeare, Borges, Barthes, Vallejo, Eribon, Saer, Kamenszain y la lista sigue. La metáfora textil es tan poderosa en la tradición literaria que se remonta a las mitologías (la griega, fundamentalmente, pero también otras). Podríamos afirmar que es constitutiva de la literatura misma y la palabra “texto” es el testimonio, o el hilo de Ariadna, de esa dimensión retórica que se pierde en los orígenes.
La obra es también la historia de cómo dos mujeres del linaje se desprenden del sino familiar que impelía continuar con el negocio y se convierten en las primeras universitarias de la familia (la propia Cynthia, graduada en Letras, y su hermana, en Medicina). El hermano varón es el que toma el timón del negocio después de la muerte del padre. Si bien la autora se desvía de ese camino que el abuelo señalaba en el nombre de la empresa, se vuelve a coser a él a través de la obra. El punto de costura es el enlace que la une a esa tradición familiar en una ceremonia que también envuelve con su manto delicado a quienes la presenciamos.
El punto de costura, texto y dirección de Cynthia Edul, El Galpón de Guevara, Buenos Aires.
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